En un informe interno emitido el 18 de noviembre del año pasado por la Municipalidad de Viña del Mar, se alertó sobre los «escasos o nulos avances» en seis puntos críticos del plan anual de cortafuegos. Este plan tenía como objetivo prevenir la propagación de posibles incendios forestales y salvaguardar la ciudad, que finalmente se vio afectada por la catástrofe a principios de febrero de este año.
Según la información recopilada por el diario El Mercurio, tres funcionarios del Departamento de Gestión de Riesgo de Desastres llevaron a cabo una inspección con drones, identificando quebradas y áreas de interfaz urbano-rural donde comunidades, propietarios e incluso compañías eléctricas habían incumplido con las labores de desmalezado y despeje, cruciales para evitar la propagación del fuego en caso de un siniestro.
El informe destacó la «alta probabilidad» de que un incendio originado en la Reserva Lago Peñuelas o en las cercanías de la Ruta 68 pudiera extenderse hacia el sector nororiente de la Reserva Jardín Botánico y hacia el norte de la comuna, específicamente en los sectores de Miraflores Alto, entre otros.
El documento estaba dirigido al director del Departamento, Álex Barrientos.
Ante la consulta al municipio sobre las acciones tomadas para abordar las labores pendientes, se informó que en octubre, un mes antes del informe, se solicitó apoyo al Senapred, al Ministerio de Obras Públicas y a la Delegación Presidencial. Esta solicitud tenía como objetivo aumentar el personal, la maquinaria y los insumos para cumplir con la urgencia del Plan Municipal de Gestión de Riesgo, especialmente considerando la magnitud del crecimiento de la vegetación, la falta de recursos municipales y las restricciones para ingresar a recintos privados, abarcando 435 de los 473 predios ordenados por la Conaf.
Cabe destacar que días después de los incendios, Ciper reveló que el municipio de Viña del Mar no contaba con el Plan de Emergencia Comunal ni con su Plan de Evacuación ante incendios forestales. La alcaldesa Macarena Ripamonti respondió, en ese momento, que sí disponían del primero, aunque aún no estaba ajustado al «formato Senapred».